El
Petrel níveo (Pagodroma nivea) es una de las aves marinas que mayor fascinación me
despierta... por lo impresionante de su biología. En la Antártida
tuve la suerte de cruzarme con él en tres ocasiones. En todas ellas
los hielos cubrían la mar salpicados de icebergs que hábilmente
utilizaban de eventuales posaderos.
Gustaba
seguir al rompehielos cuando este rasgaba la banquisa para
alimentarse del krill congelado.
Este
petrel de tamaño medio, blanco como la nieve del que sólo
destacaban su pico y ojos negros llega a criar a 300 kilómetros
tierra adentro en plena Antártida y a 2.800 metros de altitud.
Volando parecía un holograma sobre la banquisa.
Un saludo
Gorka Ocio
Gorka Ocio
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