lunes, 1 de abril de 2013

¿PARA QUÉ SIRVEN LAS AVES?



Dos veces. Dos veces seguidas me he leído el libro de Antonio Sandoval, “¿Para qué sirven las aves?”. La primera de ellas sentado en el sofá de mi casa y la segunda a bordo de un atunero tropical mientras surcaba las aguas del Atlántico ecuatorial. Allí en medio del océano veo muchas de las aves que visitan cada año las costas gallegas durante sus migraciones, doblan el ya mítico Cabo de Estaca de Bares o se alimentan en las postrimerías de sus rías. Aves marinas descritas en el libro como ocurre con los alcatraces, gaviotas de Sabine, págalos raberos y pomarinos, paíños de leach y de Wilson, pardelas cenicientas, capirotas y sombrías, charranes...

Mientras releo este “tratado” de ornitología son muchas las aves que me acompañan e inmortalizo con mi cámara de manera que... qué mejor que ellas para ambientar esta entrada.


Págalos pomarinos

El libro de Antonio Sandoval es mucho más que una mera exposición de lo importante que son las aves para un buen puñado de aficionados y auténticos “locos” por los pájaros, que nos dedicamos cada fin de semana a observarlas. Es un homenaje a las decenas de ornitólogos que han pajareado, estudiado, luchado y protegido a las aves en su Galicia natal. Desde que existen los escrítos hasta nuestros días. Es un justo y merecido reconocimiento de todos ellos y uno de los pocos libros de este género que hay en las librerías.

Págalo rabero

Me ha encandilado y enganchado. Ha transportado mi imaginación por todos los rincones gallegos que nos describe y recorre el autor desde su niñez. Parajes que permanecían casi intáctos hasta la implacable trasformación humana que han sufrido. De como los pájaros a pesar de lo maltrecho de nuestros espacios naturales siguen siéndonos fieles año tras año con su presencia.

Alcatraz Atlántico

Este libro, no sólo es recomendado para un ornitólogo. Es recomendado para cualquier aficionado a la naturaleza o que tenga un poco de interés por ella. Pero sobre todo debería ser de obligada lectura para la clase política actual y sobre todo para esa ingente cantidad de técnicos y asesores de todo tipo que tienen en su mano el poder de la firma, de la recomendación, de la destrucción o protección. De como su falta de compromiso, conocimiento y sus decisiones tienen muchas veces consecuencias irreversibles y cambian para siempre la fisionomía gallega y por consiguiente... nuestro patrimonio.

Piquero patirrojo

Sandoval no ha dejado a nadie que le importe mínimamente fuera del tintero. Ha sido una “gozada” ver como describe a muchos ornitólogos gallegos o de adopción que también tengo el privilegio de conocer y ser su amigo. Historias de amoríos, de como empezaron a iniciarse en este mundillo, de que inquietudes tenían y como con el tiempo las han ido forjando. Pero sobre todo de como todos ellos han contribuído al conocimiento, defensa y protección de las aves gallegas y su entorno.

Rabijunco menor

Nos describe con gran maestría los pormenores que sufren golondrinas, zarceros o papamoscas durante la migración. La importancia de los humedales, algunos de ellos ahora muy transformados, en su recorrido por la Península y la dificultad que supone cruzar el estrecho hasta África, sobrevolar el gran desierto y llegar a sus cuarteles de invierno. Y como aún así no tienen garantizada su supervivencia. De como es importante mantener esos “puntos” de avituallamiento durante sus migraciones. Pero no sólo para ellas... las aves... sino para mucha otra gente que también vive de la naturaleza y de los “frutos” que les regala la mar.


Paíños de Leach y de Wilson (los primeros del año) atraídos por el cadáver de un cachalote

Desenmascara a ornitólogos defraudadores, nos descubre a expresidentes glotones, nos enumera a pajareros actores, directores de cine, políticos o cantantes, narra anécdotas y anillas de colores. Nos habla de la crudeza que supuso las nefastas decisiones y posterior hundimiento del petrolero “Prestige”... y sobre todo del trabajo desinteresado de millares de personas. De la solidaridad de todos. De la impotencia. Del trabajo codo con codo. Nos narra con maestría de cómo alguien desde tierra y mirando a la mar puede perder el horizonte. Nos habla del antes y el después de Galicia con dátos inéditos de censos, de como estaban antaño y de como incluso no están ahora. De sus extinciones. De la inoperancia y desidia de nuestros gobernantes.

Fragata de Ascensión

He saboreado los análisis filosóficos, psicoanalistas e incluso sociológicos que hace de las aves y de sus observadores. Para ello además de documentarse mucho, se ha servido de un nutrido grupo de eruditos y amigos a los que con la soltura propia de Antonio ha sabido no sólo urgar en sus memorias y en sus conocimientos, sino luego en plasmarlos con gran acierto en el libro.


Pardelas cenicientas

Mientras navegaba leyéndolo entre mis manos... varios compañeros del barco, marinos y pescadores de toda la vida se fijaban en la portada y en su título... “¿Para qué sirven las aves?” y conociendo mi gran afición por ellas se abstenían de bromear y en cambio enseguida respondian a la pregunta. La misma respuesta que desgrana Sandoval entre sus páginas de como los pescadores gallegos observaban a los araos partir de sus roquedos y furnas para adentrarse a la mar a por peces. A observar esas grandes aradas y presagiar buenas capturas a los pescadores.



Fumareles comunes

Las aves... aquí nos dan atunes... me dicen. Ellas nos indican con su comportamiento si llevan pesca. Si ves que se levantan y de pronto pican todas a la vez en la superficie del agua, es que los grandes atunes están comiendo y sus presas intentan escapar en la superficie. Y allí están ellas... las aves para capturarlos. Y nosotros detrás para pescarlos.




Sí amigos, sí. El atunero lleva 5 miradores con grandes prismáticos de 180 aumentos escudriñando las doce horas, que dura el día, la mar... mientras en el puente el patrón y los oficiales vigilan las pantallas de los rádares de pájaros, que más allá de la vista humana presagian futuras capturas.


He leído y oido a mucha gente sintetizar esta misma pregunta con la respuesta de que se trata de una forma de vida. Sí lo es... pero es mucho más. Mucho más.

Charrán sombrío

Gorka Ocio