jueves, 11 de noviembre de 2010

NAVEGANDO HASTA EL POLO NORTE ENTRE AURORAS BOREAL Y GAVIOTAS MARFIL.


Durante la primera quincena de octubre el trabajo nos ha vuelto a llevar a las frías aguas árticas que bañan el noruego archipiélago de las Svalbards. Aún siendo mi tercer año consecutivo que navego por estos mares, el hecho de viajar en pleno otoño y a las puertas del invierno ártico, ha convertido esta pequeña aventura en un viaje inolvidable.
Embarcamos en la ciudad noruega de Tromso en el fletanero gallego Eirado Do Costal. El día resultó ser muy bueno lo que nos permitió disfrutar de los impresionantes fiordos aún descubiertos de nieve y de tener una agradable travesía mientras salíamos a mar abierto. Las ricas y frías aguas estaban infestadas de medusas translúcidas, mientras de vez en cuando nos cruzábamos con algunos eideres común (Somateria mollissima), frailecillos, (Fratercula arctica) Cormorán grande (Pharacrocorax carbo) y araos común (Uria aalge). Al poco de partir vimos un pequeño pesquero al que le escoltaban un millar de gaviotas, principalmente tridáctilas (Rissa tridactyla) y argénteas (Larus argentatus). Entre ellas destacaban dos aves muy grandes de alas anchas y cola blanca que resultaron ser un adulto y un subadulto de Pigargo (Haliaeetus albicilla). Estos volaban entre las gaviotas y de vez en cuando picaban entre ellas para conseguir algún descarte.
Jóven Gaviota tridáctila (Rissa tridactyla) Kittiwake
Adulto Gaviota tridáctila (Rissa tridactyla) Kittiwake
Adulto Gaviota argéntea (Larus argentatus) Herring Gull
Pigargo (Haliaeetus albicilla) sobrevolando un pesquero en busca de descartes
Al día siguiente amanecimos en el 73ºN donde una pertinaz lluvia nos dio la bienvenida. Aunque todavía faltaban casi diez horas para el primer lance, los fulmares de fase clara (Fulmarus glacialis), los gaviones hiperbóreos (Larus hyperboreus) y los marinos (Larus marinus), así como las gaviotas argénteas (Larus argentatus) y una solitaria Gaviota sombría (Larus fuscus) ya estaban volando a nuestro costado ó posados en la proa a la espera de comida.
Gaviones hiperbóreos (Larus hiperboreus) Glaucous Gull
Fulmar fase clara (Fulmarus glacialis)

1er invierno de Gaviota argéntea (Larus argentatus) Herring Gull
2º invierno Gaviota argéntea (Larus argentatus) Herring Gull
3er invierno Gaviota argéntea (Larus argentatus) Herring Gull
4º invierno Gaviota argéntea (Larus argentatus) Herring Gull
Adulto Gaviota argéntea (Larus argentatus) Herring Gull
3er invierno Gaviota sombría (Larus fuscus) Lesser Black-backed Gull

Primer invierno de Gavión (Larus marinus) Great Black-backed Gull

Primeros invierno de Gavión (Hyperboreus/marinus)

También se posó esta hiperbórea de primer invierno anillada. Estoy a la espera que me conteste el anillador.
El tiempo como suele ser en estas aguas es muy impredecible y cambiante. Así que en poco tiempo, la lluvia dio paso a la nieve y los vientos del SW rolaron al Norte, llegándose alcanzar F10, con mar de fondo y olas de más de siete metros. El barco al ser muy estable recuperaba rápidamente su vertical lo que hacía que se moviese en exceso. De noche el viento y la nieve daba más empaque al temporal ártico.
Tras los primeros lances entre la Isla Osos y las Svalbard y mientras subíamos el copo a la cubierta nos sorprendieron un grupo numeroso de cetáceos que acudían hasta el mismo costado del barco para comer lo que la red dejaba escapar. Así como en primavera son los cachalotes (Physeter macrocephalus) los que acuden al copo, ahora en octubre eran los Calderones de Hocico Boreal (Hyperoodon ampullatus) los que hacían lo mismo. Esto me permitió capturar interesantes imágenes de estos esquivos cetáceos. Quince ejemplares de hasta ocho metros de longitud mostrando su carácter juguetón al surfear las impresionantes olas que nos batían sin piedad.
Calderones de Hocico Boreal (Hyperoodon ampullatus)


Las hiperbóreas también conseguían su objetivo
Tras estas primeras largadas las concentraciones de fulmares eran espectaculares.

En este punto, el 74ºN es donde una Pardela sombria (Puffinus griseus) nos sorprendió con una presencia muy norteña. Ella y dos Págalos pomarinos (Stercorarius pomarinus).
Pardela sombría (Puffinus griseus) Sooty Shearwater
Págalos pomarino (Stercorarius pomarinus) Pomarine Skua
Al contrario que en primavera, donde los días eran perpetuos, ahora las condiciones de luz eran muy pobres y más a medida que subíamos al Norte. Amanecía a las 6:00 de la mañana y anochecía a las 17:30. Sin embargo la luz por el día era tan intensa como aquí a las 17:00 horas de la tarde, siendo el momento de más claridad desde las 12:00 a las 15:00 horas... momento que aprovechaba para estar siempre que el trabajo me lo permitía en cubierta. El sol subía hasta un palmo del horizonte para volver a bajar. Para que os hagáis una idea de las pobres condiciones de luz el ISO que utilizaba para fotografiar sólo lo bajé una vez de los 800, siendo lo normal a 1250 e incluso 1600. Era eso o todas movidas.


Sólo durante un día vimos un sol muy tímido a la hora de salir. Cada dos por tres parecía querer esconderse detrás de las nubes. Este estaba tan bajo en el horizonte que parecía que estaba atardeciendo a pesar de ser medio día. Las fotos así lo atestiguan sin la utilización de ningún filtro de luz.

Fulmar
Gaviota argéntea - Herring Gull
Gavión hiperbórea - Glaucous Gull
El número de especies que se encuentran en estas aguas es muy pobre, no así sus números totales. A medida que íbamos más al Norte, además de empeorar el tiempo y bajar de los dos grados bajo cero, los fulmares de fase clara dieron paso a los de fase intermedia (Fulmarus glacialis). También empezaron a aumentar los números de araos de Brunich (Uria lomvia), Gaviota tridáctila (rissa tridactyla) e hiperbórea (larus hyperboreus) y a disminuir los gaviones atlánticos y las gaviotas argénteas (Larus argentatus).
Fulmares fase intermedia (Fulmarus glacialis)
Adulto Gavión (Larus marinus) Great Black-backed Gull
Adulto Gaviota tridáctila (rissa tridactyla) Kittiwake
Jóven Gaviota tridáctila (rissa tridactyla) Kittiwake
Araos de Brunich (Uria lomvia) Brünnich´s Guillemot
A partir del 76º Norte aparecieron con librea invernal, en pequeños y silenciosos grupos, los primeros mérgulos (Alle alle) y un Arao aliblanco (Cepphus grylle).
Mérgulos marino (Alle alle) Little Auk
Así que aproveché para sacar todos los distintos plumajes de hiperbóreas invernales que se acercaban al barco. Aunque ahora os enseño una pequeña muestra de ellas, prometo hacer un monográfico con todas de las distintas edades con sus plumajes nuevos.
1 er invierno Gavión hiperbóreo (Larus hyperboreus) Glaucous gulls
2º invierno Gavión hiperbóreo (Larus hyperboreus) Glaucous gulls
3er invierno Gavión hiperbóreo (Larus hyperboreus) Glaucous gulls

Adulto Gavión hiperbóreo (Larus hyperboreus) Glaucous gulls
El 13 de octubre y en la posición 77º 29 564 N 10º 52 496 E, tuvimos la inmensa suerte de ver uno de esos fenómenos de la naturaleza que siempre me ha resultado fascinante, envuelto en leyendas y descritos en multitud de novelas de aventuras. Y más después de navegar por el ártico, frente a las Svalbards, con mal tiempo y peor mar, al fin la noche se despejó mostrando su mapa de estrellas.
Eran las 21:40 horas de la noche cuando en el horizonte por la aleta de estribor y por popa adivino a través del ojo de buey del comedor de oficiales una luz fantasmagórica. Tras avisar a todos... Axel, Mikel, Jon y Anartz junto con el patrón nos agolpamos en la proa donde protegidos de la luz del barco nos quedamos deslumbrados por la Aurora Boreal. Ahí nos salió la vena poética. Cada cual decía la frase más “rimbombante”... hasta que entre varios se lograba describir lo que estábamos viendo en ese momento... “una cortina de luz celestial ilumina la noche ártica”.
Y es que era alucinante. El cielo permanecía iluminado con una cascada de luz verdosa ligeramente fosforescente que cambiaba caprichosamente de forma. Tan pronto se alargaba como se encogía. De testigos las Pléyades, la Osa Mayor y casi en la vertical la Estrella Polar. Sí, estamos en el Norte.
Fue como una premonición. Ese mismo día y mientras estábamos a menos de 16 millas de las Svalbards que por fin nos mostraba su cubierta de hielo y nieve, nos dieron tres vueltas al barco uno de los láridos más deseados por todo ornitólogo que se precie. Un inmaculado adulto y dos jóvenes de Gaviotas marfil (Pagophila eburnea). Estas parecieron querer desfilar ante nosotros para que las fotografiásemos antes de dirigirse de nuevo, y sin interferencias de otras gaviotas, a tierra.
Svalbard con sus impresionantes glariares parecía un espejismo
Adulto Gaviota marfil (Pagophila eburnea) Ivory Gull
Los dos 1er invierno de Gaviota marfil (Pagophila eburnea) Ivory Gull

Otro de mis objetivos eran los cetáceos. Excepto los calderones de hocico boreal (Hyperoodon ampullatus) que los localizamos hasta el 75ºN, no encontrábamos ningún cetáceo más. Sin embargo fue cuando comenzaron a hacer aparición los pequeños capelanes (Mallotus villosus), peces de los que dependen buena parte de la rica biodiversidad marina, cuando empezamos a ver las primeras ballenas. Muy arriba en el 79ºN. En las aguas que dominan los Fulmares de forma azul u oscura (Fulmarus glacialis) estaban los rorcuales comunes (Balaenoptera physalus) alimentándose cerca de la costa. Sus altos y verticales soplos con las Svalbards al fondo delataban su presencia. Ellos y los veloces Delfines de Hocico Blanco (Lagenorhynchus albirostris).

Fulmares de forma azul u oscura (Fulmarus glacialis)
rorcuales comunes (Balaenoptera physalus)
Delfines de Hocico Blanco (Lagenorhynchus albirostris)

Llegamos cerca de las aguas de hielos permanentes en el ecuador del mes de octubre... cuando navegábamos al encuentro de nuestro punto de muestreo más lejano el 79º 56 N, a sólo 4 minutos (4 millas) del Casquete Polar. Allí donde apenas los barcos se atreven a surcar las aguas por miedo al hielo, la banquisa marina, donde sólo los grandes rompehielos rusos o noruegos tienen el potencial suficiente para navegar sin riesgo de quedar atrapados, y a donde sólo unos pocos privilegiados llegan.
A sólo cuatro millas del Polo Norte. Era como hacer el Camino de Santiago y tras llegar al Monte Do Gozo y ver las cúpulas de la Catedral de la ciudad que le da el nombre, darse la vuelta para casa. De esta forma se lo hice saber al patrón. Y como buen gallego me entendió enseguida.
Así que el 15 de octubre navegábamos a las 3:00 horas de la madrugada con noche cerrada. El barco alumbraba con un potente foco la proa para no ser sorprendidos por el hielo traidor. El costa vigilaba atento con los prismáticos la mar en calma que sólo esbozaba alguna pequeña espuma. Los once grados bajo cero arrancaban a la mar una ligera nieblilla. Al poco, el radar marcaba el fin de la mar y el comienzo de la plataforma helada. Pequeños puntos como granos de arroz que alertaban del hielo a 2,18 millas de la proa... casi de puntillas pasamos al 80º Norte. Al Polo Norte.
Empezamos a atisbar por proa el hielo
LLegamos al Polo Norte
Por si hay dudas lo plasman en el ordenador del barco para dar constancia de ello.
Un Fulmar fase azul cayó a bordo
Así que sólo me resta decir tanto a la tripulación del Eirado Do Costal en especial a su patrón Andrés Blanco, al jefe Alfonso García y al costa Avelino y como no a mis compañeros Jon Ruiz, Axel Odriozola, Anartz Esnaola, Mikel Landa y Antonio Sánchez… Señooooores estooooy muuuuy orgullosos de todos ustedes.

Un saludete
Gorka Ocio