lunes, 21 de julio de 2014

CIENTOS DE PAÍÑOS SE CONCENTRAN JUNTO AL CADÁVER DE UN GRAN CACHALOTE



Cuando el trabajo me lleva a la mar durante grandes temporadas de tiempo... el cadáver de un cetáceo siempre se convierte en una buena oportunidad para observar increíbles concentraciones de aves marinas e incluso tiburones que se alimentan de sus restos.

Los cetáceos muertos desprenden toneladas de aceite sobre el agua que forman un kilométrico rastro sobre la mar al que siguen multitud de pequeños paíños. Podemos ver un rastro de estos de hasta 50 millas (90 km) de longitud. A medida que nos vamos acercando a él... el número de paíños aumenta exponencialmente. Al final nos damos un pequeño atracón de estas aves.

Este año y en el mes de abril encontramos un cadáver de Cachalote en el Golfo de Guinea, en el Atlántico africano. Nubes de paíños se agolpaban sobre estas sergueras para alimentarse de minúsculos restos que flotaban en el agua.

En esta ocasión eran dos especies las que se estaban pegando el “atracón padre”. Unos muy tempraneros Paíños de Wilson... y unos muy tardíos Paíños comunes.



El cetáceo en descomposición parece un témpano de hielo al que va derritiéndose la base. En parte es verdad, el aceite va desprendiéndose poco a poco y los tiburones hacen también su trabajo. Aquí no tenemos a los gigantones blancos... pero si otros más numerosos y de hasta dos metros y medio de longitud que dan buena cuenta de él... como son los Jaquetones sedosos (Carcharhinnus falciformis)

Tanta proteína en la mar no es desaprovechada por otros comensales como las tortugas marinas.- En este caso una Tortuga boba (Caretta caretta) ha estado también dando buena cuenta de sus restos.

Lástima de no haber contado en ese momento con una cámara submarina... por que si eso veíamos desde la cubierta del atunero... no quiero ni pensar en lo que había debajo del agua.

Un saludete

Gorka Ocio

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