En las aguas que
conforman el Golfo de Guinea, desde su ecuador hasta Senegal, en los
últimos tres años sólo he llegado a observar cinco especies de
pardelas, siendo las más abundantes y con diferencia las Pardelas
cenicientas (Calonectris diomedea, tanto las borealis como
diomedea. Si bien es verdad que dependiendo la época del año
y de forma muy puntual las más abundantes suelen ser las pardelas
capirotadas (Puffinus gravis) y las pardelas sombrías (Puffinus
griseus). Sobre todo cuando van al norte o vuelven a sus cuarteles de
cría.
Este año de marzo a
abril he tenido la oportunidad de encontrarme en varias ocasiones con
las pardelas de Cabo Verde (Calonectris edwardsii). En total han sido
nueve encuentros. Desde el ecuador Atlántico y cerca de las islas
brasileñas de St Peter y St Paul (01 06 N 024 59 W), hasta las aguas
territoriales de Guinea Conakry (08 34 N 015 13 W) o de Sierra Leona
(05 28 N 013 17 W). Y en todas ellas estaban interaccionando con las
pardelas cenicientas.
La
Pardela Cenicienta (Calonectris
diomedea)
es uno de los procelariformes de mayor tamaño. La cabeza y la
espalda son de color pardo grisáceo. Los ojos tienen un anillo
blanco que, sólo puede ser observado de cerca. Los carrillos y lados
de la cabeza son blancos manchados de gris como los flancos. El
vientre, garganta y parte inferior de las alas son de color blanco
puro. La cola es marrón oscuro como las alas. El pico es grande y
amarillo con los tubos nasales muy desarrollados. Aunque a distancia
su diseño puede ser confundido con el de otras pardelas, sin
embargo, el mayor tamaño es una distinción segura. También es
visible el borde posterior de las alas, muy oscuro, casi negro.
Por
contra la Pardela de Cabo Verde (Calonectris
edwardsii)
es más pequeña que la pardela cenicienta pero de coloración y
apariencia similar. Sin embargo la coloración de la parte superior
se muestra más oscura y colores más fríos. La cabeza de estructura
más fina que la cenicienta muestra un tono más oscuro, a modo de
capirote, aunque no tan marcado como las capirotadas (Puffinus
gravis).
Pero el contraste que le hace con las mejillas blancas cuando esta
descansando en el agua, y a un primer golpe de vista, nos recuerda a
esta pardela. Muestra un anillo ocular más visible que las
cenicientas. Además el pico es más fino y de color grisaceo y al
igual que ocurre con las cenicientas y en malas condiciones de luz es
importante a la hora de identificarla... sobre todo si la vemos
volando sola.
Las
patas son de coloración rosada
Viéndolas
juntas las diferencias estructurales y de tamaño son patentes. Sobre
todo si tenemos la oportunidad de verlas posadas.
En aguas de
Senegal (14 10 N 017 27 W) se nos echó encima el Harmattan, la
“niebla” del desierto. Arena en suspensión que nos oscureció el
cielo cubriéndonos con un filtro sepia a las tres de la tarde. En
pocas horas el barco mostraba una fina capa de arena por toda la
cubierta y había que tener cuidado con el material fotográfico. El
color que mostraba la mar era alucinante.
Gracias a la
presencia de arrastreros las aves son más confiadas y se acercan más
a los barcos para ver si pueden comer algún descarte. De esta forma
este año me han vuelto a hacer lo mismo que el anterior. La única
diferencia ha sido el número de ellas. Ya no eran unas decenas sino
un par de cientos y donde la cenicientas eran las escasas. Las
Pardelas de Cabo Verde volaban apelotonadas y en pequeños grupos de
forma eléctrica y con cambios bruscos de dirección. Pero nada de
forma anarquica, llamaba la atención la sincronización que
mostraban. Así que gracias al Harmattan las fotografías tienen un
característico color sepia.
En las
instantáneas la Pardela cenicienta destaca sobre las demás y se la
ve perfectamente, aunque curiosamente, y en directo costaba mucho no
sólo encontrarla sino diferenciarla.
Y a la inversa pasaba lo mismo. Con mucha cenicienta también costaba dar con ellas.
Espero que
os sirva de ayuda tanto desde los mejores cabos, como desde las
numerosas salidas que se realizan para avistar aves marinas
pelágicas.
Un saludete
Gorka Ocio
5 comentarios:
¡Qué difícil! Hay que tener buen ojo.
La foto del mar arenoso impresiona, supongo que en vivo debe ser algo inolvidable.
Como se agradecen estas entradas, Gorka, tan artísticas tan didácticas.
Un abrazote chavalote
Excelentes fotos muy instructivas para los interesados en aves marinas.
Un abrazo,
Andy
Hola Gorka, como se aprende con tu blog.
Un abrazo
Fernando del Valle
Hola
Le felicito por este post sobre aves marinas. Le he puesto un enlace a mi blog con motivo del Ave del Año 2013 para utilizarlo con fines educativos.
Saludos
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