domingo, 13 de septiembre de 2009

PRIMERAS FOTOS PUBLICADAS DE PTERODROMA EN ESPAÑA



AULA DO MAR
El sábado 5 de septiembre de 2009 nos embarcamos en el puerto coruñés de Cariño, veinte aficionados a las aves, al encuentro de aves marinas. El tiempo, aunque soleado, no era nada bueno para navegar. Una buena nordestada, que estuvo soplando toda la noche, casi nos desanima a salir a la mar. Al final, los responsables, y muy acertadamente decidieron dar luz verde.
El barco, un pesquero cerquero reciclado para pasajeros, sin el lastre que supone las artes de pesca y con poco combustible al estar a final de temporada, hacía que tuviésemos mucha obra muerta. Este término marino significa que hay mucho barco fuera del agua… con el NE F5-6 y las olas de poco más de un metro que levantaba el viento, hacía que el barco se moviese en exceso. Había que agarrarse con firmeza a la regala, al banco o donde fuese. Eso o salir volando.
El patrón puso rumbo oeste. El objetivo era alejarse 20 millas de la costa y con la ayuda del “chum” preparado darnos un festín de aves marinas. Además contábamos con el aliciente que justo el día anterior pasaron más de dos centenares de págalos raberos, incluso un Pterodroma por Estaca (Ricardo Hevia com. pers.), distante tan sólo unas pocas millas en línea recta.
El movimiento del barco era exagerado, y entre las olas que levantaba la proa y las que nos daba de costado regaba a todos los que estábamos en cubierta… algo que hizo que poco a poco fuese cayendo el personal. Las pardelas cenicienta, pichoneta y capirotada pasaban como cohetes por el costado con el viento de cola. Era una temeridad sacar una cámara de fotos en aquellas condiciones.



Al llegar a las 10 millas del Cabo Ortegal, el organizador de la salida, Manuel Pajuelo tras consultar con el experto Jose Miguel Alonso Pumar, decidieron que era mejor dar la vuelta y volver poco a poco arriando por la borda el chum, aunque ello suponiese no poder ver paíños de Wilson. Para entonces la mitad del pasaje lo estaba pasando muy mal, con algunos “voluntarios” vaciando parte de sus estómagos por la borda.
Al virar 180 grados el patrón comenzó a volver al ralentí. En ese momento Jose Miguel y Xabi Varela comenzaron primero ha echar aceite y gusanitos por la borda, y a continuación el pescado preparado. Hay que reconocer que tardaron en entrar. Si lo hicieron en la mancha de aceite, pero nos alejábamos sin remedio de volver… tanto meneo así lo aconsejaba.

Al poco, primero jóvenes de gaviotas sombría y patiamarilla se acercaban tímidamente… tras ellas los págalos grande para tocarlas “las narices” y en grupos de hasta 50 ejemplares charranes común… aunque estos aguantaban muy poco por la popa para seguir rumbo sur… en una migración frenética. Eso sí, era llegar los charranes común, patinegro, algún ártico y unos pocos fumareles común y allí aparecían los págalos… de las tres especies… rabero, parásito y pomarino.
Págalo grande
Fumarel común
Charrán patinegro
Charrán común
Págalo parásito
Págalo rabero
Págalo rabero

Hasta que al final conseguimos que se engancharan los alcatraces que picaban a escasos medio metro nuestro. Se arriaba el pescado y las gaviotas se acercaban las primeras, pero la inexperiencia de los jóvenes hacía que mirasen en exceso la comida y los alcatraces se lo arrebatasen con un picado que daba miedo. Cualquier día alguien será testigo como ensartan a una.



Aparecieron las primeras Gaviotas de Sabine. Que se engancharon al barco y seguían nuestra estela hasta que poco a poco se acercaban a menos de 5 metros nuestro. Conseguimos ver 8 ejemplares a la vez… entre ellas dos jóvenes. También una Gaviota tridáctila.

Al cabo de unos minutos alguien exclama ¡¡Paíño!!. Un ejemplar volaba lejos, a más de 100 metros por la popa, detrás del límite de las gaviotas…seguro y lejos de ellas. Aunque alguno osaba acercarse más. Era muy difícil con las condiciones de la mar mirar con prismáticos… algunos lo conseguían durante poco tiempo para perder enseguida el enfoque. El sol, muy intenso, reflejaba en la parte inferior de las alas y parecía un común. Al final se consiguió una instantánea y se vio que teníamos a cuatro ejemplares de Paíño de Wilson siguiéndonos por la popa. A menos de 5 millas de tierra y con viento que aleja las marinas a la mar. Pero ésta, estaba rebosante de vida… y la gente soñaba en voz alta “si aparece un Pterodroma, habrá merecido la pena, y nadie se acordará del mareo”.

Paíño de Wilson

A cuenta gotas también empezaron a engancharse las pardelas sombría, cenicienta y alguna pichoneta, que con un plumaje muy desgastado color marrón oscuro, y unas incipientes patitas sobresaliendo por la cola… trajo a confusión con una Yelkouan. Si es difícil identificarla a corta distancia y con foto, hay que ser muy cautos al verla desde tierra. También contamos con muy buenas observaciones de pardelas capirotada y muy cerca de tierra con las Baleares.
Pardela pichoneta
Pardela sombría
Pardela sombría
Pardela cenicienta
Pardela capirotada
Persecución


Pardela balear
Hay que reconocer que la gente estaba muy satisfecha… habíamos conseguido ver y disfrutar con un buen puñado de aves marinas, muchas de ellas pelágicas. Como bien indicaría Pajuelo, es una sensación muy gratificante cruzarnos la mirada con un alcatraz. Estos se acercaban tanto y con tanta confianza que casi los podíamos tocar con la mano. Sobre todo cuando se posaban en el agua junto al barco…

Cuando estábamos a tres millas de Ortegal, a las 13:15 horas y muy relajados… una voz de alerta exclamaba nervioso… qué es eso que vuela en popa… es él, es él… el Pterodroma. Al girar la cabeza lo veo al instante y reafirmo con un grito PTERODROMA… PTERODROMAAAA…
Todos nos erguimos como un resorte. No había meneo en el barco, se le olvidó el mareo a muchos, nos agolpamos a la popa. El Petrel volaba muy lejos de nosotros, siguiendo la popa en el límite de las aves y entre 200 y 250 metros de distancia. Dando amplios arcos y levantándose muy alto sobre el agua… derecha-izquierda-derecha. Se veía perfectamente las alas inferiores oscuras que contrastaban con el pecho blanco, también la máscara facial. Una hermosa marina de alas estilizadas y del tamaño de una Pardela capirotada.
Me sujetaba con los codos donde podía hasta que utilicé a Jose Portillo como trípode y pude sacar las instantáneas. Imposible enfocar… volaba rapidísimo, lejos y encima el barco dando bandazos… pero no importaba ahí estaba el testimonio gráfico. Todos los vimos a pelo… bueno todas las aves las vimos a pelo.

Imaginaros el ambientazo en el barco. No dábamos crédito de la enorme suerte y privilegio que habíamos tenido. Con la cámara digital mirábamos la foto. Parecía que teníamos que reafirmarnos… que no había sido un sueño colectivo. Y los móviles… los móviles en pleno funcionamiento. Una satisfacción difícil de explicar.
El Pterodroma desapareció rumbo sur y a velocidad de vértigo. Ya no hacía falta seguir bailando al son de las olas… podíamos regresar a puerto, seguros de haber triunfado. Pero justo una hora después y a las 14:15 horas… Pajuelo exclama OTRO PTERODROMA… MÁS CERCA TODAVÍA. El ave apareció por la proa cruzando el costado de babor (izquierda), venía de Estaca a la velocidad del rayo.
Cuando llegó a la estela de la popa y a la misma distancia que el anterior repitió el arqueo de vuelo ondulante y se perdió rumbo sur. No sé decir si era el mismo o no… a todos nos pareció que era otro ejemplar… por dónde desapareció el primero y apareció este. Pero sin encontrar diferencias estructurales o plumaje… entre otras cosas porque era imposible verlo con prismáticos… y en esta ocasión las fotografías tampoco nos sacan de dudas.
En las fotos se distingue bien el pico y alas estilizadas, en directo el tamaño de Pardela capirotada… estos rasgos apuntan a un Pterodroma feae. Esperemos que la gente que los estudia y ve a diario, nos saquen o no en breve de dudas. Al menos, y de momento, tenemos las primeras imágenes de un Pterodroma en España.
El colofón fueron tres negrones comunes macho en migración activa. Desde aquí agradecer a todos los compañeros que estaban en el barco, a los mencionados añadir entre otros a Marcos Zárraga, Jesús Menéndez, Oscar Llama, Xurxo Pinheiro, Maria José Sanchez, Yolanda Ozaeta, Gabi Vuelvepiedras, Jose Miguel, Juan, David… Señores estooooy muy orgullosos de ustedes.
Y contando los días que faltan para volver a esta aventura marina… al Aula del Mar… y dar las gracias a nuestro amigo Jose Miguel Alonso Pumar por haber echo posible que todos los amantes de la mar y las aves marinas tengamos un soporte de lujo para disfrutar de ellas... y dejarnos en nuestra retina imágenes inolvidables.

AULA DO MAR

Un saludete
Gorka Ocio



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