Un marino del gasero Catalunya Spirit ha tenido el "detallazo" de enviar estas impactantes fotografías realizadas desde un superpetrolero. La casualidad ha querido que tras publicar esta entrada en el blog, mi buen amigo Jose Luis Patxeko, tras enseñárselo a otro amigo suyo, resulte que fue capitán de este barco. Así que gracias a él he conseguido, entre otras cosas, poner fecha correcta y posición.
Se trata del petrolero "Patriot" de la compañía estadounidense Conoco, en el ojo del huracán "Roxanne", el 15 de octubre de 1995 en el Golfo de México. Se lo pasarón bastante mal. Pero peor fue para el cerca de millar de garzas que no consiguieron sobrevivir. Murieron todas.
Es sabido por todos que las aves utilizan a los barcos en alta mar como posaderos eventuales durante sus migraciones, cuando se pierden, o cuando las condiciones climatológicas adversas les sorprenden.
Así que no es de extrañar que, en caso de sobrevivir, puedan llegar ciertas aves a nuestras costas como ocurrió en su día con la Garceta tricolor (Egretta tricolor) en Canarias, o el Martinete coronado (Nyctanassa violacea) a las Azores. De todos es bien conocida la existencia de viajes asistidos por embarcaciones. Quizás aquí tengamos un buen ejemplo de ello que habría que tener en cuenta.
Así mismo cuento con una buena colección de aves terrestres que han utilizado los barcos donde he navegado. Pero hasta ahora no había visto nunca nada semejante. Mis compañeros marinos, viejos lobos de mar con muchos años de experiencia, ya me habían contado de casos similares pero no tan espectaculares.
Además resulta paradójico, como un superpetrolero, un leviatan de los mares cargado del mismo veneno que tras un accidente mata a miles de aves marinas, se convierta en una isla segura y salvadora para cientos de ardeidas con problemas en medio del océano. Aunque la mar, que no tiene piedad, muchas veces se cobra su tributo.
Las imágenes hablan por sí sólas
Solo me resta agradecer a Txisko la cesión de las fotografías, y a Patxeko las puntualizaciones realizadas. Las fotos fueron realizadas por el marino Koldo Txurruka.