En las salidas de Santurtzi desde www.verballenas.com vemos como por fin la mar empieza a
volver poco a poco a la normalidad. Despues de un verano nefasto en
aves marinas, durante las últimas semanas se ha producido una
importante arribada de pequeñas antxoas o boquerones. Estos
pececillos de menos de 4 cm, en bálamos compactos que cambian hasta
el color del agua, tiene locas a las aves marinas que se alimentan de
ellas. Así que aunque el viento del Este ha sido intenso y durante
muchos días... la mar ha estado llena de marinas y además volando
rumbo a Francia. No ha Galicia como nos suelen tener acostumbrados.
Así que las balsas de
pardelas capirotadas ha sido una constante. Capirotadas y hasta las
cinco especies compartiendo espacio y mantel. También esternas y los
omnipresentes págalos que se afanan en robarles la pesca recien
adquirida.
Los págalos pomarinos no dudan en su saqueo en medio de estas balsas.
Ni los jóvenes alcatraces intentarlo no sin antes avisar que se zambulle.
Pardela sombría... dedicada a Jesús Menéndez y su observatorio de aves marinas. Avante amigo.
Pardela capirotada
Pardela pichoneta
Paíños comunes
Págalo parásito
Aunque los págalos
raberos y los falaropos los vemos muy lejos de tierra
Falaropo picogrueso.
Págalos raberos jóvenes de distintas fases y adulto
Entre tanta vorágine nos sorprendió una solitaria negrona común
Y no sólo aves... los
delfines también han sido una tónica general. Las tres especies no
han dudado en acercarse para particpar en la “bacanal”. Parece
que han pasado hambre... porque tardan u optan en no acercarse al
barco. Prioridad: comer. Y no se les culpa de ello.
Delfines mulares oceánicos
Los siempre amigables delfines comunes
Y los siempre acrobáticos delfines listados
Y con ellos suelen verse las Gaviotas americanas de Sabine. Adultos en plumaje nupcial.
Luego tenemos a ese
elenco de cetáceos cuyo principal menú son los calamares. Ahí
tenemos a los Calderones comunes o de Aleta Larga.
Y a los enigmáticos y
esquivas ballenas picudas de la especie Zifio de Cuvier. Aunque
parecen que ya nos conocen y antes de calarse a las profundidades nos
dan un pequeño pase. Aunque los habituales saltos en pleno celo se empiezan a hacer más escasos
Este macho prácticamente blanco estaba tomando el sol en la superficie. Parecía estar muerto. Sólo el sonido de su respiración decía lo contrario. Era tan viejo que a pesar de ser un macho... estaba desdentado.
Sin embargo el pasado
domingo 14 de septiembre vivimos un hecho insólito. Una observación
de muchos kilates y que nos desmerecen a una de esas rarezas
pajariles que provocan que ornitólogos no duden en recorrer más de
mil kilómetros para verlas. Y es la observación conjunta de un
gigantesco Rorcual común de dos traineras de largo (24 metros)
compartiendo espacio y natación con 2 machos y 3 hembras de Zifio de
Cuvier. Apoteósico.
Otro día... también y
también ya de vuelta... observamos un págalo en el horizonte. Un
págalo de pequeño tamaño. Viramos el barco para identificarlo. Es
un fase oscuro de Págalo rabero.
La sorpresa es que detrás
de él había una ballena. Este ejemplar tenía un grupo de charranes
patinegros y comunes comiendo junto a ella. Y con ellos estaba este
págalo. Así que la observación fue tambien alucinante.
Charrán patinegro
Charrán común joven
Y es que las grandes
ballenas nos están dando momentos épicos. Otro año más
Uno de los momentos más asombrosos, y del que fueron testigos el grupete de diez madrileños que nos acompañan todos los años... fue cuando entre los rorcuales se le ocurrió pasar en plena migración a una Lechuza campestre (este año ya llevamos tres ejemplares y un cernícalo)
Mucho Tiburon azul o Tintorera estamos observando. En una ocasión tres ejemplares de metro y medio
Los que casi nunca faltan a su cita con nosotros son los Peces lunas con sus saltos
La falta del codiciado bonito del Norte se hace patente sólo observando a los boniteros llegando de sus caladeros irlandeses. Ni se molestan en llevar vigias en proa que alerten de posibles bancos de peces o llevan las varas plegadas.
Intentamos de jugar con las posibilidades que nos da nuestra cámara y la mar en estado puro
Lo que está claro es que después de una jornada intensa, con www.verballenas.com de observación de fauna en estado puro viene el descanso del guerrero... o tumbados en la proa del yate de 14 metros, o en el "txiringuito" de popa en cubierto y sentados alrededor de una mesa celebrando los avistamientos.
Un saludete
Gorka Ocio
Pd: la siguiente entrada
será sobre el Zifio de Gervais que resultó ser un Cuvier muy
atípico. Sin duda una buena cita con la que adquirir experiencia en
futuras observaciones.